Por su parte Mario J. Buschiazzo, en su libro "Estudios de Arquitectura Colonial Hispano Americana" dice que el Palacio del Almirante es estupendo ejemplar del plateresco traído a las Indias: que cinco flores de lis, una cruz de Santiago, una encina y las barras de Aragón, pregonan en su heráldico lenguaje la orgullosa prosapia de don Pedro Peralta de los Ríos, conde de la Laguna, cuyos son los escudos del portal. Agrega Buschiazzo, que dicho personaje fue quien reconstruyó en la segunda mitad del siglo XVII, el palacio, tal como hoy se encuentra; y que en cuanto a quien fue el primer dueño, no hay seguridad; y que las estancias y lo salones, algunos de ellos con magníficos artesonados mudéjares, se agrupan alrededor de un amplio patio con soportales de medio punto en sus dos plantas, vinculadas por una magnífica escalera de honor.